Comentario
CANTO VEYNTE Y VNO
Como Zutacapan hizo iunta de los indios acomeses, y discordia que entre ellos ubo, y de la traycion que fabricaron
O Gloria humana, en cuia instable cumbre,
la presuncion hinchada, y vil soberuia,
Quiere siempre subirse y assentarse,
Dime soberuia infame con ygualas,
El poderoso cetro y Real corona,
Con vn tan bajo baruaro perdido,
De baruara, y vil baruaro, engendrado,
Di que tiene que ver el alto trono,
Con baruara canalla y behetria,
O ciega vanidad, o vana pompa,
De altos, medianos, vajos, y abatidos,
Sin distincion, razon, ni cuenta alguna,
Ygualmente buscada y pretendida,
Digalo aqueste baruaro furioso,
De tan humilde sangre produzido,
Si como Luzbel quiere lebantarse,
Y el gouierno de todo atribuirse,
Y assi sin disistirse de su intento,
Ordenó que à consejo se juntasen,
Y juntos todos dentro de vna placa,
Como la cruel soberuia desmedida,
Continuamente siempre se adelanta,
Sin dilatarlo, luego en pie se puso,
En si todo encendido y abrasado,
Y tendiendo la vista por el pueblo,
Desbergoncado, libre, y desembuelto,
Assi tomó la mano, y fue diziendo:
Varones esforçados y valientes,
Los postreros trabajos y peligros,
Dan franca entrada, y campo bien abierto,
Para que cada qual aquello diga,
Que mas le duele, aprieta, y le lastima,
Dezid qual mas infamia y vil afrenta,
Puede venir por toda aquesta fuerça,
Que permitir tan dura seruidumbre,
Como es dar de comer a forasteros,
Siendo como ellos todos libertados,
Yo juro por los dioses todos juntos,
Y por quien vidas todos alcançamos,
Que no ha de quedar hombre en esta tierra,
Que tal bageza aya imaginado,
Y viendo que las armas embraçauan,
Sin dexarle acabar salio diziendo,
Su hijo Zutancalpo demudado,
A su Padre mirando con enojo,
El mas seguro bien que el hombre alcança,
Es que quiera rendirse a todo aquello,
Que a la razon va bien encaminado,
No soy de parecer que a los Castillas,
Enemistad ninguna se les muestre,
Porque es temeridad hazer agruio,
A quien nunca jamas nos a ofendido,
Tenerlos por amigos con recato,
Es mas sano consejo y sin peligro,
Lo demas es patente desatino,
Y para no ser todos imputados,
Digo que la obediencia les guardemos,
Pues ya la auemos todos professado,
Y pues la ocasion freno nos permite,
Reprimase la colera indiscreta,
Que la paz es el punto mas discreto,
Que puede remediar el mal que aguarda,
Aquel que esta en peligro de sufrirle,
Y con esto cesó el noble joben,
Y con esto ceso vn rumor confusso,
De toda aquella gente congregada,
Y aprouando por bueno lo que dixo,
Nunca passó palabra por crugia,
Mas respetada, libre, y mas essenta,
Ni mas obedecida, ni acabada,
Que aquel acuerdo expresso, porque luego,
luntas obedecieron y dejaron,
Las poderosas armas lebantadas,
En esto el viejo Chumpo rezeloso,
De que la paz y tregua se rompiesse,
Cargado de vejez y de trabajos,
Con palabras discretas y seberas,
La fatigada voz alcó diziendo,
Mirad mis hijos que el consejo es sano,
Y es quien alcança siempre la victoria,
En peligrosas guerras conozidas,
Y pues que Zutancalpo en verdes años,
Os a ya dicho aquello que os combiene,
Pues vernos que el morir no es mas que vn soplo,
Y en bien morir consiste nuestra gloria,
Para morir buen tiempo se procure,
Sazon y coiuntura bien mirada,
Y escusese tan grande incoueniente,
Como es tratar con furia y mouimiento,
Cosas tan graues, grandes y pesadas,
Corno estas que tenemos entre manos,
Aqui bolaron luego las palabras,
Y torpes fanfarronas amenaças,
De aquellos indiscretos conjurados,
Llamando al viejo Chumpo de atreguado,
Caduco, infame, loco, y hechizero,
Oyendo aquesto todo embrauecido,
Zutacapan arremetio furioso,
Poniendo al pobre vicio en tal aprieto,
Que si Cotumbro presto no repara,
La fuerça de la maça que bajaua,
La espalda toda entera se derriua,
Vistose pues cargado con palabras,
Que le dixo tambien de grande afrenta,
Qual si sobre el valientes y altos montes,
Se vbieran juntos puesto y assentado,
Assi se echó de ver su sentimiento,
Mas qual si fuera el mismo centro y vassa,
Para lleuar vn peso tan pesado,
Disimulose todo quanto pudo,
Sufriendo el corage coricebido,
Y dando à la templança larga rienda,
Assi compuesto habló con todo el pueblo,
Nunca jamas me vi tan inclinado,
A satisfazer mi honrra ya difunta,
Qual oy lo estoy con tanta desberguença,
Como conmigo veys que se ha tenido,
Y si aquel jubenil ardor tuuiera,
Que en mi passada edad tener soha,
Que es en que aqueste vil traidor estritia,
Ya de su varia presuncion timiera,
La enmienda, y, el castigo merecido,
Mas que puedo hazer en mi descargo,
Si ya de tanta edad estoy cargado,
Y la vejez a mas andar me aflige,
Aquesta afrenta no es à mi persona,
A vosotros se ha hecho, por ser hijos,
De aquellos cuios padres yo he criado,
Y faltando enmedio de la plaça,
Qual serpentin famoso que cargado,
Esta de fina poluora suspenso,
Su taco y gruessa vala, y sossegado,
Està mientras el fuego no le mueue,
Y luego que le llega con ruido,
Assi se desembuelue, sale y rompe,
Qual rayo de las nuues escupido,
Assi sin deternerse ni tardarse,
Zutancalpo por el tomó la mano,
Y el reforcado leño reboluiendo,
Para el Padre se fue desatinado,
La gran maça el Padre aferró luego,
Y al encuentro Parguapo fue saliendo,
Pilco alli tambien se desembuelue,
Otompo, y luego Meco, con Guanarribo,
A Mulco, y otros muchos Acomeses,
Y cada qual su vando sustentando,
Derribando los mantos de los hombros,
Prouar quisieron todos sus personas,
Mas fueles impedido el allegarse,
Por los muchos que juntos estuuieron,
Con esto la canalla se deshizo,
Y cada qual se fue para su casa,
O vanidad, vil tosigo sabroso,
sugeto à inuidia, y muerte acerba,
Que mar de sangre vemos derramada,
Por solo pretenderte, el vano altibo,
Que presta la Real sangre, la hidalga,
La villana, la baruara, y ferrana,
si como de aquel Padre decendientes,
Toda es vna materia y vna fuente,
De vn color y una misma semejança,
Que en cada qual la cruel soberuia altilla,
Sabemos que se anida y se atesora,
Que al hambrienta polilla peligrosa,
O sedienta carcoma que royendo,
De sus venas y etitrañas à su gusto,
Derrarna, rompe, y vierte, la que quiere,
Y assi este vil idolatra sangriento,
Lleuado de frenetica soberuia,
Luego determino que se rompiessen,
Las pazes y las treguas concertadas,
Y a los Castillas todos acabasen,
Sin que anima viuiente en pie quedase,
Y por enderezar mejor su intento,
Determinaron todos que en entrando,
La gente Castellana en sus assientos,
Que cada qual hiziesse por su parte,
Que todos por las casas se sembrasen,
Y estando hien sembrados y esparcidos,
Iuntos acometiessen de manera,
Que pelo de ninguno se escapase,
Estando todo aquesto assi tratado,
Zutancalpo con todos sus amigos,
Y Chumpo con los suyos se salieron,
Fuera de todo el pueblo por no verse,
En trato tan infame y vergonçoso,
Desto Zutacapan tomo contento,
Porque assi todo el pueblo le dexauan,
Casi sin fuerça alguna que pudiesse,
Contradezirle aquello que ordenase,
En este punto crudo fue llegando,
Aquel Maese de campo que vendido,
Aquesto alehosos le tenian,
Y por hazer sti causa en breue,
Iuntos a recebirle le salieron,
El pobre cauallero descuidado,
De aquel rebozo estraño y encubierta,
A todos abraçó con gran contento,
Y luego que los vbo acariciado,
Pidioles que le diessen por rescates,
Algunos bastimentos que tuuiessen,
A esto todos alegres le dixeron,
Que assentase el Real, y que otro dia,
Todo muy bien cumplido lo temian,
Con esto se boluio, y el dia siguiente,
En fin por orden del precioso liado,
Para el pueblo boluio que no deuiera,
Aquel que careciendo de sospecha,
Acercandose fue para el engaño,
Que todo aquesto tiene el trato doble,
Llamar sobre seguro al inocente,
Dios nos libre del mal que nos aguarda,
Y con muestras de bien nos assegura,
Porque puestos en prueua tan dificil,
No ay discreçion, auiso, ni destreza,
Arnias, virtud, verdad, ni resistencia,
Que puedan contrastar su gran violencia,
Propuso pues el fin ventura joben,
Assi como a la fuerça fue llegando,
Vna gustosa platica amorosa,
Para que alli los baruaros le diessen,
El bastimento que le auian mandado,
Ellos con gran descuido respondieron,
Que fuesen por las casas a pedirlo,
Que todos con gran gusto le darian,
Luego el Maese de campo sin sospecha,
Porque fuesse mas breue aquesta causa,
O por mejor dezir su corta vida,
Quedandose con solos seys Soldados,
Mandó que todos fuessen por las casas,
Y el bastimento todo le juntasen,
Cuia traicion si auemos de dezirla,
Quiero alentar señor para escreuirla.